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viernes, 4 de julio de 2008

Estimulacióण psicomotriz

Definición de educación psicomotríz
La educación psicomotríz es la interpretación de los movimientos del cuerpo para entregar una comunicación corporal y determinar el desarrollo de la comunicación corporal
La psicomotricidad podría entenderse como la globalización de los aspectos motores, psicológicos y afectivos de un ser humano.
La Edu. Psicomotríz tiene por finalidad la adquisición y desarrollo de la capacidad de percepción del espacio, tiempo y simbolismo, partiendo de la toma de conciencia y control del propio cuerpo.
Periodo sensorio motriz y Pre-operacional y Estadios de Piaget puede definirse como la interiorización de normas o esquemas establecidos que facilitan la armonía del cuerpo y sus movimientos considerando las premisas mente y cuerpo
REFLEXIONES SOBRE LA EDUCACIÓN PSICOMOTRIZ
Y SU INCIDENCIA CURRICULAR EN PRIMARIA
1. INTRODUCCIÓN
La práctica psicomotríz sigue necesitando una clarificación conceptual y procedimental en la escuela ya que, a pesar de ser una parte integrante del trabajo educativo, se accede a ella por caminos muy diversos, y a veces confusos.
El proceso histórico de la psicomotricidad se ha caracterizado por un cambio en sus fines y procedimientos, desde lo exclusivamente terapéutico y específicamente neuromotor, hasta la globalidad de la interacción del niño ante el mundo, con opciones educativas, reeducativas y terapéuticas.
El trabajo psicomotríz en la escuela ha ocupado un lugar básico en los primeros niveles educativos. Si observamos el currículo de la Educación Infantil, podremos entender hasta que punto el desarrollo psicomotor ocupa un espacio prominente en la actividad educativa diaria.
Se ha pasado de una práctica enfocada exclusivamente en el desarrollo del esquema corporal, a una psicomotricidad
que trabaja todo el desarrollo psicomotor del niño o niña, en los ámbitos simbólico, emocional, sensoriomotor y cognitivo, dentro de su capacidad de expresión y comunicación.
En esta línea, la practica psicomotríz en la escuela aporta una función de prevención ante situaciones inadecuadamente elaboradas en los niveles anteriores, garantizando una adecuada integración de los parámetros corporales, y de las vivencias generadas en las interacciones del niño o niña con él mismo y con el mundo que le rodea.
Pero por otro lado, también facilita un abordaje de las carencias en los aprendizajes, o de las situaciones de dificultad en que viven los alumnos con necesidades educativas especiales, que se encuentran integrados en los centros educativos.
En ambas situaciones vamos a facilitar, a través de la práctica psicomotríz en la escuela, un aprendizaje significativo y experiencia, un reconocimiento personal y social de los niños y niñas, un encuentro expresivo y creativo entre el niño y la niña y su entorno más directo e importante, una mejora de las estrategias comunicativas, una adecuada construcción de su personalidad, una prevención de situaciones problemáticas (ansiedad, tensiones, frustración, baja autoestima,...), etc. En
suma vamos a responder a los objetivos de base que marca la L.O.G.S.E. respecto a la educación en las primeras etapas,
Educación Infantil y Educación Primaria.
La vivencia corporal y la intervención desde el movimiento, van a permitir aumentar y mejorar las percepciones que recibe el niño o niña, tanto propias como externas; va a permitir encontrar referencias en los otros y los adultos; va a facilitar una correcta organización y estructuración del esquema corporal; generará momentos de simbolización de situaciones emocionales que interferirán en su implicación educativa y de relación; y van a potenciar un desarrollo positivo de actitudes, valores y normas, desde una vivencia relacional de la escucha, el respeto, la comunicación, etc. Se deduce un abordaje psicobiológico y funcional desde la unidad del niño, o niña que facilite su integración y desarrollo como persona que es y se expresa, en un marco de adaptación y evolución global.
2. CONTENIDOS DE LA PSICOMOTRICIDAD
Al mencionar el desarrollo psicomotor, hablamos tanto del desarrollo motor como del desarrollo psíquico, ya que lo hacemos sobre el desarrollo global e integral que toda intervención educativa entraña. En mayor medida si tenemos en cuenta, que a través del movimiento el niño adquiere competencias, percepciones y experiencias en la interacción consigo mismo, con los otros y con el mundo.
A través de la acción que implica su movimiento, el niño es en el mundo manteniendo ese diálogo tónico en el que se nutre la construcción de su identidad y personalidad, a la vez que se hace competente con el desarrollo de habilidades y destrezas que le configuran corporalmente.
Hemos visto que se acepta por diferentes autores y psicomotricistas, la práctica psicomotríz como un abordaje de las dimensiones orgánicas, motoras, afectivas e intelectuales. La educación corporal y la educación psicomotríz se plantean desde varios enfoques: la simbolización, la vivencia y la instrumentalización.
Dentro de esta disciplina coexisten varias corrientes de práctica e intervención. Por ello para poder presentar los contenidos psicomotores, deberemos indagar en las diferentes propuestas teóricas. Vamos a observar dos planteamientos, que si bien parten de intervenciones diferenciadas confluyen y se complementan en lo sustancial: el desarrollo sensorial y perceptivomotor, intelectual, afectivo, y global del niño, como proceso donde la actividad motriz y psíquica se interrelacionan e interactúan íntimamente unidas.
A. la psicomotricidad centrada en el afianzamiento y estructuración del esquema corporal, como generador del resto de aprendizajes y desarrollo.
B. la práctica que busca la vivencia de la expresividad psicomotríz y su desarrollo, hacia la consecución de la comunicación, la creación y la formación del pensamiento operatorio.
3. CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD
En el término «psicomotricidad», podemos ver claramente dibujadas dos áreas del desarrollo: el psíquico y el motor. A través del movimiento, el niño no sólo adquiere competencias motrices y físicas, sino que a la vez se desarrolla como ser en el mundo que le rodea. Comienza a adquirir competencias comunicativas personales y sociales.
En la evolución histórica de la psicomotricidad, se parte de un concepto basado en el arreglo de situaciones desestructuradas dentro del campo de la salud, y de un hombre dual con psiquismo y corporeidad separados, pasando por un hombre con relaciones y paralelismo psicomotor, hasta un concepto de globalidad donde confluye lo cognitivo, lo motor y lo simbólico. Cuerpo y movimiento a través de la acción, pasan a ser elementos imprescindibles en la comprensión y vivencia del mundo y por lo tanto en todos los procesos de aprendizaje.
Para tener una visión más abierta y poder llegar a un concepto personal de psicomotricidad, recomendamos realizar
una lectura detallada de las definiciones que diferentes autores han presentado. En todo caso, autores que representan opciones psicomotoras que se aceptan y trabajan en la actualidad.
Bernard, M. (1980), para este autor «la psicomotricidad es el cuerpo con sus aspectos anatómicos, neurofisiológicos, mecánicos y locomotores coordinándose y sincronizándose en el espacio y en el tiempo para emitir y recibir significados y ser significante».
Chokler, M. (1988, pág. 22-25), define la psicomotricidad como: «un abordaje educativo, clínico y terapéutico fundado sobre bases neurofisiológicas y psicosociales tendentes a:
1. Asegurar una óptima organización e integración de las funciones sensoriomotoras, en las distintas etapas de su desarrollo.
2. Mantener la integridad de las capacidades perceptivo – motoras del sujeto en interacción con el medio.
3. Detectar tempranamente los trastornos psicomotores y su repercusión en la actividad global y la evolución del sujeto.
4. Resolver o disminuir los síntomas psicomotores que obstaculizan la evolución de las conductas adaptativas.
5. Ayudar a través de técnicas por mediación corporal a un mejor ajuste de la personalidad en su conjunto. »
«La psicomotricidad es entonces la disciplina que estudia al hombre desde esa articulación [de los sistemas anatomofisiológicos, psicológicos y sociales], descodificando el campo de significaciones que el cuerpo y el movimiento en relación generan y que constituyen las señales de su salud, su desarrollo, sus posibilidades de aprendizaje e inserción social, y también de la enfermedad, la discapacidad y la marginación».
Arnáiz, P. (21991, pág. 30), «la acción de la psicomotricidad no es verdaderamente eficaz si no está a la escucha del niño, si no se trata la etiopatogenia de los trastornos, o si el tratamiento no se instaura sobre el diálogo», en otra parte de su obra nos habla de que «es más aceptable una psicomotricidad basada en la actividad espontánea del niño, la cual evolucionará proponiéndole una tecnicidad y una serie de respuestas ajustadas a su demanda», reafirmándose en una práctica que se base en la «expresión libre del niño» y en la «empatía» del psicomotricista.
García Núñez, J. y Fernández Vidal, F. (1994, pág. 15), circunscriben a las técnicas psicomotrices en un entorno centrado en lo psicosomático y la comunicación. Así, «la psicomotricidad es la técnica o conjunto de técnicas que tienden a influir en el acto intencional o significativo, para estimularlo o modificarlo, utilizando como mediadores la actividad corporal y su expresión simbólica. El objetivo, por consiguiente, de la psicomotricidad es aumentar la capacidad de interacción del sujeto con el entorno».
García Núñez, J. y Berruezo y Adelantado, P. (1994, Págs. 25-27), nos definen la psicomotricidad «como un área de conocimiento que se ocupa del estudio y comprensión de los fenómenos relacionados con el movimiento corporal y su desarrollo.
Pero la psicomotricidad es fundamentalmente una forma de abordar la educación (o la terapia) que pretende desarrollar las capacidades del individuo (inteligencia, comunicación, afectividad, sociabilidad, aprendizaje, etc.) a partir del movimiento y la acción».
Nos proponen la educación psicomotríz «como instrumento de prevención de posibles trastornos o dificultades de aprendizajes escolares posteriores, [...] mejora las capacidades cognitivas, y particularmente del lenguaje que se beneficia de la estimulación sensorial, perceptiva, simbólica y representativa».
Aucouturier, fundamenta la práctica psicomotríz desde diferentes orientaciones de intervención: la Educación, la Terapia y la Reeducación Psicomotríz. La práctica psicomotríz educativa busca favorecer el desarrollo de la «expresividad psicomotríz» del niño para conseguir la «comunicación, la creación y el pensamiento operatorio», entre los tres y los ocho años.
En la práctica terapéutica se busca «instaurar o restaurar» la comunicación, a través de la reapropiación psicomotríz emocional generado desde el placer sensoriomotor. Es una práctica con niños con trastornos de la personalidad. En la práctica - reeducativa, se plantea un abordaje institucional para acceder a la comunicación, la simbolización, desde la problemática causada y/o vivificada en los aprendizajes escolares. Nos plantea Aucouturier, que muchos de los problemas localizados en el ámbito escolar, se nutren de situaciones de identidad y comunicación mal elaboradas.
Como vemos, existe un planteamiento que busca de obtener a través de la psicomotricidad el desarrollo de la consciencia del cuerpo y esquema corporal, control postural y equilibrio, el control tónico, la orientación y dominio espacio - temporal, la respiración, etc.
Por otra parte un abordaje psicomotríz más centrado en una opción relacional y vivencial, la que a través de la expresión y el movimiento van a generar una evolución tónica y psicomotríz adecuada, que facilite un encuentro armónico de emociones y sensoriomotricidad. Desde aquí se intentará potenciar y organizar todos los procesos de una maduración y desarrollo armónico y global a partir del movimiento.
El Forum Europeo de Psicomotricidad, como representante de asociaciones de psicomotricistas en el continente, elaboró en el mes de enero de 1996 en Brujas, una definición que acercase y englobase las diferentes opciones y corrientes de psicomotricidad. Esta definición fue suscrita por la Coordinadora Estatal de Asociaciones de Psicomotricidad, plataforma inicial de la actual Federación Estatal de Asociaciones de Psicomotricidad, en nuestro país, en Madrid el 27 de abril de 1996, desde donde emana la siguiente definición:
«Basado en una visión global de la persona, el término Psicomotricidad integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensorio - motrices en la capacidad de ser y de expresarse en un contexto psicosocial. La psicomotricidad, así definida, desempeña un papel fundamental en el desarrollo armónico de la personalidad.
Partiendo de esta concepción se desarrollan distintas formas de intervención psicomotríz que encuentran su aplicación, cualquiera que sea la edad, en los ámbitos preventivo, educativo, reeducativo y terapéutico.
Estas prácticas psicomotrices han de conducir a la formación, a la titulación y al perfeccionamiento profesional y constituir cada vez más el objeto de investigaciones científicas».
4. PROPUESTA DE EDUCACIÓN PSICOMOTRIZ EN LOS PRIMEROS CICLOS
La Educación Psicomotríz como práctica educativa, no sólo va a ser un complemento metodológico dentro de un área
del currículo, sino que puede estar implícita en toda la vida del centro.
La utilización de la práctica psicomotríz dentro de la propuesta educativa global puede convertirse en una opción diferencial que garantice y facilite la consecución con éxito de un desarrollo óptimo en los niños y niñas, así como la adquisición de aprendizajes más significativos.
Vamos a reflexionar brevemente sobre la relación que esta práctica y disciplina tiene con los diferentes elementos que pueden configurar la importancia de su inclusión en la dinámica de la Comunidad Escolar.
4.1. La psicomotricidad en el centro, la etapa y el aula
una nota característica y fundamental de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (L.O.G.S.E.), es la implicación que todos los miembros de la Comunidad Escolar deben tener en la planificación y funcionamiento de su propio proyecto educativo de centro, como garantía de coherencia en la formación del alumnado.
De acuerdo con la Ley, se van a tener tres procesos en la toma de decisiones: el Proyecto Educativo de Centro, el Proyecto Curricular de Etapa, y la Programación General de carácter anual. Estos procesos van a coincidir con los diferentes niveles de concreción en el ámbito curricular, desde las enseñanzas mínima previstas en el territorio de gestión en el que se ubica el Centro hasta el profesor tutor de Educación Primaria, el especialista o el orientador.
El Proyecto educativo definirá los rasgos de identidad del centro y su ideario, es decir, los grandes objetivos y propósitos que van a marcar la práctica docente. En este sentido el Consejo Escolar decide sobre: las señas de identidad del centro respecto a lo que quiere de la educación de sus alumnos, los objetivos de etapa y las relaciones que familias, alumnos y profesores van a tener. La psicomotricidad puede tener un lugar en el Proyecto educativo de centro, como complemento al desarrollo global e integral de los niños y niñas, desde su opción de desarrollo armónico de la personalidad y como marco preventivo dentro de la práctica escolar.
El Claustro de Profesores, como Equipo de profesores de la etapa y dentro del segundo nivel de concreción, va a realiza en el Proyecto curricular la toma de decisiones necesarias para asegurar la coherencia, la reflexión y la adecuación de la práctica educativa respecto al Proyecto del centro y a la normativa sobre currículo y etapa.
El Equipo de profesores va a poder incorporar la práctica educativa psicomotríz cuando decida sobre el cómo enseñar, y las medidas de atención a la diversidad:
1. - En las decisiones que van a tomar sobre la metodología, se puede incorporar la práctica psicomotríz como un complemento y apoyo a la mayor parte de los principios de aprendizaje e intervención educativa propuestos por la L.O.G.S.E., y sobre todo en el primer ciclo y en la atención a la diversidad en otros ciclos.
2. - En la organización de agrupamientos y tiempos, como elemento facilitador de cambios y adaptación dentro del
grupo de alumnos.
3. - En la utilización de todos los espacios disponibles, complementándose la psicomotricidad con diferentes áreas curriculares y como refuerzo en el aprendizaje significativo, o en la experimentación y vivencia de situaciones conceptuales, procedimentales y actitudinales presentadas en clase en el ámbito teórico.
4. - Con el uso de materiales que van a facilitar el desarrollo sensoriomotor, simbólico y cognitivo, dentro de los márgenes de seguridad, placer tónico y comunicacional adecuados.
Respecto a las medidas de atención a la diversidad, la psicomotricidad se puede incorporar en el apoyo a los alumnos/as que tengan problemas de aprendizaje, y con los alumnos/as con necesidades educativas especiales temporales y permanentes.
La psicomotricidad va a responder a esos ámbitos que la acción tutorial tiene para con las medidas de atención a la diversidad, «enseñar a ser persona, enseñar a convivir y enseñar a pensar».
Por otro lado, es necesario ubicar al lector en el proceso histórico en el que la psicomotricidad puede justificar su abordaje en el trabajo con niños y niñas con necesidades especiales en el ámbito de la educación, la reeducación y la terapia.
En la Programación General del centro se va a configurar la propuesta del año escolar correspondiente para los diferentes ciclos, con las modificaciones y decisiones más concretas, en lo que se refiere a las actividades complementarias, el horario, la memoria y las nuevas decisiones respecto al Proyecto educativo o al Proyecto curricular.
En este espacio la psicomotricidad también tiene su momento ya que:
1. - En muchos centros esta práctica psicomotríz ocupa un lugar dentro de las actividades complementarias, principalmente para con el alumnado de los primeros ciclos.
2. - La utilización de salas o espacios y tiempos para la psicomotricidad, tanto en horario lectivo como complementario, va a marcar la utilización y organización de los diferentes espacios y profesores.
3. - En la Memoria y/o nuevas propuestas, se van a articular las decisiones que van a influir sobre otros elementos organizativos del centro, como compra de material psicomotríz, intervención ante dificultades de aprendizaje y necesidades especiales, o su incorporación como propuesta de programa preventivo y/o de mejora de los rendimientos escolares.
En todo este proceso el maestro en sus diferentes funciones de tutor, especialista y/o apoyo, va a ser responsable y protagonista de forma consciente e inconsciente. Dentro del desarrollo psicomotor del niño o niña va a ocupar un lugar preferente, como contraste respecto a otros adultos, como referente actitudinal, como papel de autoridad, desde su espacio de seguridad, etc.
Si tuviéramos que presentar diferentes cualidades o características del maestro y educador, que atienden adecuadamente el desarrollo psicomotor del alumnado, en estos ciclos iniciales, podríamos reseñar:
a) Facilitador del aprendizaje, desde la provocación para la experimentación y a la toma de decisiones.
b) En el campo del desarrollo corporal y de la motricidad, estimulando y potenciando la búsqueda del placer sensoriomotor como motivador de situaciones permanentes que faciliten la estructuración y reconocimiento corporal, la
organización del espacio - tiempo y lateralidad, etc.
C) Que escucha desde el diálogo y el acople tónico, favoreciendo la expresividad psicomotríz del niño o niña, en la búsqueda de su identidad, personalidad; en el apoyo al desarrollo de sus capacidades expresivas para comunicarse, crear, transformarse y transformar al mundo que le rodea desde su acción.
D) Que acepta incondicionalmente las aportaciones y producciones del niño o niña desde la diversidad y el personalismo proceso evolutivo de cada sujeto, observando y respetando las situaciones psicosociales en que viven, y atendiendo sus necesidades e intereses reales.
e) Favoreciendo el reconocimiento y la valoración positiva, mediante la verbalización consciente de los éxitos conseguidos, creando una comunicación basada en la confianza y la coherencia, y desde una opción comunicativa que recibe y emite también sentimientos y emociones. Que busca la construcción de personalidades sanas basadas en la autoestima, el autoconocimiento, y el reconocimiento personal de las competencias adquiridas.
En este proceso debemos recordar como se plantea el concepto de psicomotricidad. Asociado al componente intelectual del aprendizaje debemos añadir el componente afectivo y experiencial.
En los procesos de aprendizaje significativos se ha podido constatar como las experiencias y vivencias generan motivación e implicación del niño y niña en la participación activa e intencional del proceso enseñanza - aprendizaje. Se ha demostrado que incluso antes de realizarse, las experiencias y vivencias de los alumnos/as influyen con gran fuerza, persistencia y coherencia en el aprendizaje.
En suma, se busca una intervención educativa que prepare al niño y niña a encontrar su espacio y competencias, a desarrollarse al máximo nivel de sus capacidades y a configurarse en su capacidad de ser y expresarse en un contexto psicosocial.
4.2. Características referenciales de la etapa y el primer ciclo
Siguiendo al M.E.C. en sus Orientaciones Didácticas para la Educación Primaria, Cajas Rojas (1992), la finalidad es que «el niño realice los aprendizajes necesarios para vivir e integrarse en la sociedad de forma crítica y creativa, procurando que este proceso de enseñanza y aprendizaje resulte gratificante. Esto equivale al desarrollo integral de la persona y al logro de la propia autonomía y de la identidad personal y social». Como vemos, existe una amplia coincidencia con lo propuesto en
la definición que sobre la psicomotricidad realiza el Forum Europeo de Psicomotricidad, y la Federación de Asociaciones de Psicomotricidad de nuestro país.
Nos plantean las Cajas Rojas un trabajo educativo en los siguientes ámbitos dentro de la Educación Primaria:
a) En relación con la autonomía de acción en el medio, se deberán desarrollar las capacidades motrices y control
espacial y temporal, la observación de la realidad y la elaboración de juicios personales y creativos, mediante un
equilibrio afectivo y social y una imagen positiva de sí mismo.
b) En el ámbito de la socialización, se promueve un ambiente rico en relaciones con compañeros y adultos mediante el juego, la comunicación, cooperación, etc., que se corresponda con conductas responsables, respetuosas, tolerantes y críticas del alumno, así como la toma de opciones en su ámbito social.
C) Junto con lo anterior, la adquisición de instrumentos básicos de aprendizaje, que le faciliten interpretar y emitir distintos lenguajes y recursos expresivos que le mejoren su capacidad de comunicación, así como la adquisición de conceptos, procedimientos y actitudes necesarios para interpretar e intervenir sobre su medio de forma activa y crítica.
En estos ámbitos propuestos por el M.E.C., emergen diferentes aspectos evolutivos y psicopedagógicos: autonomía, movimiento, lenguaje, construcción social, elaboración del autoconcepto y de la autoestima. Todos ellos se van a trabajar desde la psicomotricidad en el ámbito educativo.
Este primer ciclo de E.P., va a coincidir de acuerdo con Vayer, P. (1985, Págs. 22-23), con el periodo de transición (5 a 7 años), y el periodo de elaboración definitiva del esquema corporal (7 a 12 años).
De acuerdo con estos objetivos y pautas metodológicas para la etapa, a nivel psicomotríz y en el primer ciclo de E.P., podemos observar de acuerdo con Aucouturier (1985, pág. 26), que la psicomotricidad en este ciclo va a responder ante los siguientes momentos de desarrollo y aprendizaje:
1. - La expresividad psicomotríz se mezcla con otros medios de expresión simbólica. Mediante el lenguaje, el niño o
niña se distancia de lo que vivió, vive y desea vivir, mientras que en la etapa anterior sólo vivía.
2. - Accede a la reversibilidad o pensamiento operatorio, y se interesa por los juegos reglados en un proceso de socialización.
3. - Toma conciencia de sus capacidades y realidad corporal, tomando parte activa y consciente en sus aprendizajes motores y dominio corporal. Se inicia el proceso de interiorización de sus sensaciones corporales, pero van a depender de sus emociones y sentimientos.
La opción de la práctica psicomotríz educativa va a coincidir plenamente con el abordaje de la autonomía de acción en el medio, de la socialización y de la adquisición de instrumentos básicos de aprendizaje, no sólo con su consecución directa en sesiones de educación psicomotríz, sino como apoyo en el abordaje de estos ámbitos desde otras opciones metodológicas y desde las diferentes áreas curriculares.
De acuerdo con García Núñez, y Berruezo y Adelantado (1994, Págs. 28-29), la psicomotricidad educativa se fundamenta en las siguientes teorías:
– la pedagogía del éxito: se parte de las capacidades reales, con actividades que pueden alcanzar con éxito valorándoles y ofreciéndoles seguridad y confianza.
– la pedagogía por objetivos: con una planificación que se corresponda con cada niño o niña, buscando la evolución
y no la competición.
– la pedagogía centrada en el niño: en sus posibilidades, capacidades y necesidades reales, a partir de lo que gusta al niño y niña y a sus deseos. Se busca con ello que sean responsables y creativos en su actividad.
– la pedagogía de la comunicación: que facilite la comunicación verbal y no verbal, que permita la afectividad y la simbolización, opción previa a la representación.
la pedagogía constructivista: en la que la propia actividad del sujeto (cognitiva, afectiva y motriz) será la que le permite desarrollarse. Se parte de la experiencia para relacionarse con los nuevos aprendizajes.
La psicomotricidad permite realizar constantemente nuevas experiencias desde el movimiento, la simbolización y la representación, donde el niño o niña deberá establecer relaciones significativas sobre la base de sus decisiones y posturas personales.
4.3. Otras implicaciones organizativas
La práctica de la educación psicomotríz en el entorno del centro educativo busca responder, dentro de la flexibilidad necesaria a la oferta de una correcta y coherente propuesta educativa, al desarrollo global y armónico del alumnado en esta etapa.
No se busca obstaculizar o dispersar una acción educativa concreta, sino que por el contrario se intenta ofrecer un complemento a la acción tutorial y docente, tanto en aspectos específicos de los aprendizajes básicos y desarrollo corporal, como en aspectos globales referidos a socialización, comunicación, etc., tanto en el ámbito individual y grupal como dentro del grupo clase y ciclo.
A continuación vamos a reflexionar sobre diferentes aspectos organizativos donde la práctica psicomotríz educativa va a incidir: agrupamientos, materiales y recursos, espacios, tiempos, y en el entorno social y familiar.
A. Agrupamientos
El trabajo de educación psicomotríz, junto a ser una propuesta personal de cada tutor pasa por ser una alternativa en el ciclo. Una de las formas de dar respuesta al desarrollo curricular del ciclo y a su intervención global puede ser a través de las actividades psicomotoras programadas inter e intraciclos. Se podrán garantizar así decisiones educativas comunes, a la vez que se estimula y facilita el desarrollo diferencial de cada nivel.
Por otra parte, en el caso de existir maestros especialistas de Educación Física, Musical y/o maestros de educación especial o de apoyo que opten por una práctica psicomotríz para desarrollar total o parcialmente sus programas trimestrales y/o anuales, se conseguirá una coherente coordinación de objetivos y actividades, pudiendo reforzarse programas y las diferentes áreas curriculares desde una propuesta común. Por otra parte podrán distribuirse tareas psicomotoras entre los diferentes
profesionales que intervengan en el aula, evitando duplicidad y complementándose en equipo.
En el caso de contar con alumnos con necesidades educativas especiales o con dificultades de aprendizaje, la práctica psicomotríz educativa va a facilitar la realización de agrupamientos diferentes, desde donde los apoyos podrán reforzar bien individual o bien grupalmente, facilitando la consecución de las adquisiciones necesarias para la integración real, desde un espacio de placer y juego donde todos los niños o niñas pueden tener un lugar de encuentro.
En los agrupamientos, la práctica psicomotríz educativa va a ser coherente con la necesidad de favorecer el principio de interacción y de flexibilidad, adecuado a la homogeneidad educativa dentro del respeto a la heterogeneidad de cada grupo.
En el caso de escuelas unitarias, o en centros con pocas unidades y profesorado, la educación psicomotríz podrá ser asumida desde un único maestro que pueda ofertar un trabajo homogéneo a diferentes unidades del mismo ciclo, o de varios ciclos y/o etapas, incluso actividades psicomotoras comunes entre centros y/o unidades de la misma zona.

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